domingo, 15 de diciembre de 2013

8 razones por las que volví a grabar un disco

El aire fresco entra por la ventana y yo inspiro y noto cómo me acaricia y me enfría las mejillas en esta mañana fría de invierno. Es ciertamente un momento único, puro e irrepetible. Amanece y el momento se queda grabado en mi mente. Creo que cuando tenga setenta años lo recordaré. Ha sido uno de esos instantes que duran unos segundos que te llenan de felicidad.

Eso es lo que busca uno cuando se embarca en una aventura. Momentos de felicidad. Al menos, instantes. Y por conseguir uno de esos instantes, muchos estamos dispuestos a devorar gran parte de nuestro tiempo y agotar gran parte de nuestras energías. Uno necesita muchos momentos de estos en la vida para que cuando tengamos setenta años valorar y decidir que mereció la pena. Yo estoy dispuesto a luchar por que merezca la pena… y sé que lo voy a conseguir.

8 RAZONES POR LAS QUE VOLVÍ A GRABAR UN DISCO

1.- Conseguir momentos únicos

Es quizá el motivo principal. Tal y como he dicho en la introducción de este texto, creo que la búsqueda de momentos inolvidables que sirvan para que la vida merezca la pena es por lo que una persona debe vivir. Todos tenemos muchos instantes de éstos y hay que guardarlos con celo, hay que recrearse en ellos. Hay que coleccionarlos y conseguir más y más. Esto se acaba, amigos, y todo pasa. Al menos habrá que disfrutarlo ¿no?

2.- Tenía una espinita clavada

Tras la gira de Ruido Pegajoso en el año 2000 firmé un contrato con Universal Music en el que se establecían las condiciones de grabación y promoción del segundo disco. Las canciones estaban preparadas, la máquina estaba engrasada y todo funcionaba. Sin embargo tras unas conversaciones de las que nunca tuve conocimiento entre los personajes que mercadeaban con mi música, todo se esfumó. Nunca supe nada de nadie. Nadie descolgaba el teléfono. Los palurdos que movían el mercado musical entonces, culpables de que esto esté como está, se quitaron del medio.

3.- El empuje de amigos

Algunos de los que en su día disfrutaron del primer disco me animaron con entusiasmo a meterme de nuevo en esta historia. Yo siempre fui reacio a pesar de sus palabras, pero...

3.- Yani Martinelli y su Bubble Station

Escuchar el disco Bubble Station de mi amiga Yani Martinelli fue el catalizador.



Descubrir lo que se puede hacer sin medios, solo con la ayuda de amigos, me dio una lección de coraje y ganas de disfrutar con lo que a uno le gusta. El disco es una belleza absoluta.

4.- Crowdfunding

La idea del crowdfunding me aterrorizaba. El miedo al fracaso es algo que fluye continuamente por mis pensamientos. Sin embargo, una vez le di al click en aceptar, la máquina comenzaba a funcionar. No había vuelta atrás. Decidí darlo todo de mí. La sorpresa es que nadie falló. Todos respondieron a la iniciativa. Todo el mundo estuvo a la altura de mis expectativas.
Todos aquellos en los que confiaba que aportarían, lo hicieron. Todos aquellos en los que confiaba que no aportarían, efectivamente, no lo hicieron. Nadie falló. Todos hicieron lo que tenían que hacer. Además por el camino obtuve muchas sorpresas siempre muy positivas.

5.- Juegaterapia

Soy arquitecto. Tengo mi vida encauzada y económicamente sobrevivo sin demasiados problemas. La idea de poder ayudar a gente que lo necesita me motivaba aún más. Dando, haces feliz y tú eres más feliz. Eso lo tengo muy claro. Ahora mucho más. Saber que lo poco o mucho que se obtenga de tu esfuerzo va a servir para que los peques hospitalizados por cáncer olviden por unos instantes su mala suerte es el mejor premio que me puedo llevar.




6.- Los amigos del camino

Reencontrarme con amigos de aventuras pasadas fue una de las cosas más gratificantes de este proceso. Todos han aportado su grano de arena para que el proyecto salga adelante. Gracias a ellos, la labor de ejecución del disco ha sido posible. Todos me lo han puesto muy, muy fácil. No hemos tenido presiones exteriores. Solo ha habido risas, buenas comidas, buena bebida y un trabajo súper profesional por parte de todos.

7.- La grabación del disco

Disfruto haciendo canciones! Y disfruto aún más grabándolas! Creo que es lo que más me gusta hacer! Grabar Sonrisas Pegajosas ha sido un sueño!!!

8.- El directo

Tengo una relación amor-terror con el directo. Es un deseo de todo aquel que hace canciones. Me hace una ilusión indescriptible mostrar las canciones ante mucha gente. Por otro lado siento un verdadero pánico al escenario. Sin embargo tengo que superar este pequeño hándicap ya que de los 8 puntos expuestos es el único que me queda por superar. Por eso, el día 31 de enero del año 2014 va a ser la culminación de esta aventura. Una vez superado ya habré completado el círculo. No pido más de esta aventura. Cuando el concierto acabe, salude a todos y después me quede solo, con mis oídos retumbando todavía, cuando el silencio se haga ensordecedor, empezaré a pensar en mi próxima aventura…como todos vosotros…

Y quizá mañana tenga otro de esos momentos indescriptibles frente a la ventana, cuando el aire frío de la calle me acaricie la cara. Ese momento es imborrable, y lo mejor, es que no es buscado. Y ahí queda…