martes, 21 de junio de 2016

AMIGO MÍO, QUE ESTÁS POR ENCIMA DEL BIEN Y DEL MAL

Amigo mío, que estás por encima del bien y del mal; he visto que ya has pensado en tus vacaciones de este verano en ciernes. Ya has reservado habitación con vistas al mar en ese hotel tan chulo donde te harás fotografías que inmediatamente colgaras en las redes (si no lo publicas, no lo has hecho). También me he fijado en que en el hotel con el que llevas soñando todo el invierno no admiten mascotas; pero tú tienes un labrador, ese que te compraste hace un par de años en la tienda de animales del Carrefour de tu pueblo. Indudablemente has pensado en todas las alternativas pero no te ha convencido ninguna. En todos tus planes has metido a tus padres, tus suegros, tus hermanos, cuñados y amigos, pero has preferido no molestar a nadie con compromisos y es que no tienen por qué asumirlos, es que eres así de respetuoso. También has pensado en gastarte una pasta en dejar a "Bongo", así decidiste llamarle, en un lugar donde le cuiden durante tus merecidas vacaciones, pero has visto que no te cuadran las cuentas. Entre el hotel, el viaje, las comidas, cenas, copas y compras, se te va a ir el sueldo de un mes.
Lo cierto es que no te queda más remedio que sacar a Bongo a pasear una buena tarde-noche de principios de julio y como quien no quiere la cosa, olvidarte que lo llevabas contigo. Uy! ¿Dónde está Bongo?
Un par de días a luchar con tu conciencia y después ¡nos vamos a la playita! Total, seguro que alguien  cariñoso lo encuentra y lo mete en su casa encantado. Es un perro que te costó ochocientos euros y ahora un tipo lo tendrá gratis. Y además, ya sabe mear y cagar en la calle y saluda y no ladra cuando vienen visitas, lo tienes muy bien educado. ¡Aquel que se lo encuentre tendrá su día de suerte!
Además, es cierto eso que escuché el otro día en una película. El planta Tierra lo habitamos millones de seres humanos (y animales, no te olvidas) y este magnífico lugar se encuentra ubicado en un punto indeterminado de nuestro Sistema Solar que a su vez forma una parte infinitésima de la Vía Láctea, una entre los millones de galaxias que forman el cosmos. Hay más galaxias que granos de arena en todas las playas que puedas visitar en el resto de tus vacaciones. Somos tan poca cosa, es tan relativo todo. Qué poco importan esas pequeñas maldades que todos cometemos de vez en cuando en nuestras vidas miserables. Eso es lo que me decía yo cuando suspendía una asignatura en la carrera para tratar de consolarme (y no funcionaba).
En fin, la realidad es que la Naturaleza Suprema te ha dado el poder de nacer con apariencia de ser humano, amigo mío, que estás por encima del bien y del mal. Haces y deshaces a tus anchas según te conviene, que para eso eres quién eres. Te mereces tus vacaciones y un perro no va modificar tus planes. Podías haberlo pensado cuando lo compraste, pero en ese momento estabas encaprichado, era muy mono y querías llamarle Bongo y pasearlo por tu barrio. Pero ya han pasado dos años y necesitas ir a ese hotel y no a otro ¡qué coño!
Amigo mío, que estás por encima del bien y del mal, tú no eres un ser humano. Tú eres un lerdo con apariencia de ser humano, eres casi perfecto, como los demás. Pero a ti te ha tocado la gracia de ser un pedazo de cabrón como la copa de un pino.
Y el caso es que aparentas ser normal.